Aristóteles fue uno de los primeros en escribir sobre el drama y describir sus tres segmentos: principio, medio y final. Muchos siglos después, un dramaturgo alemán, Gustav Freytag, desarrolló la estructura de cinco actos que se usa comúnmente hoy en día para analizar los dramas clásicos y de Shakespeare. El patrón de esta estructura de cinco actos se puede ver en el diagrama familiar de la trama.