El grillo en Times Square por George Selden

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Una breve sinopsis de The Cricket en Times Square (contiene spoilers)

La historia comienza con un niño llamado Mario Bellini, que trabaja en el turno de noche en el quiosco de periódicos de su familia, en una estación de metro. Mientras intenta vender revistas y periódicos viejos a los viajeros, escucha un ruido extraño, un chirrido. Es un sonido que no pertenece al metro, ni siquiera a la ciudad de Nueva York. Mario sigue el sonido y encuentra un pequeño grillo. Él decide, después de algunas súplicas a su madre, que el grillo será su nueva mascota y vivirá en el quiosco, en una pequeña caja de cerillas.

Después de que Mario se va por la noche, el grillo, cuyo nombre es Chester, saca la cabeza de la caja de cerillas para echar un vistazo. Conoce a su primer amigo, un ratón de la ciudad llamado Tucker. El ratón quiere saber cómo terminó este pequeño grillo en Nueva York, por lo que se apresura a regresar a la tubería de desagüe de su casa, agarra comida para los dos y se sienta a escuchar la historia de Chester. Chester es del campo, en Connecticut, y un día saltó a la canasta de picnic de una familia para tomar un pequeño refrigerio. Terminó atrapado en esta canasta y transportado a Nueva York. Pudo salir de la canasta en la estación de metro en Times Square y ha estado escondido en la esquina durante un par de días, ya que tenía miedo de este nuevo ambiente ruidoso y ajetreado.

Chester nota una gran sombra sobre Tucker. Al ver que pertenece a un gato, intenta advertir a su nuevo amigo. Tucker se ríe y presenta al gato como su mejor amigo, Harry. Chester nunca había visto a un gato y un ratón ser amigos antes, al menos no en el campo. Los dos amigos deciden llevar a Chester a dar una vuelta por Times Square. Chester está abrumado por todas las luces y la gente corriendo, pero cree que es un espectáculo digno de contemplar.

A la mañana siguiente, Mario regresa al quiosco y se alegra de ver que su grillo no se ha ido. Le pregunta a su padre si puede viajar a Chinatown para encontrar una casa para Chester, una jaula especial hecha solo para un grillo. Una vez que llegan, encuentran una vieja tienda que está abierta y les presentan a un hombre chino, Sai Fong. El chino tiene una jaula para Chester y le cuenta a Mario la historia del primer grillo y por qué son insectos tan afortunados y especiales.

Chester deja que Tucker Mouse duerma en la jaula de cricket, ya que está más cómodo en su casa con caja de cerillas. Mientras Chester sueña, se come accidentalmente la mitad de un billete de dos dólares de la caja registradora del quiosco. Mama Bellini está muy enojada por esto y Chester tiene que permanecer encerrado en su jaula hasta que Mario pueda devolver el dinero que comió. Tucker Mouse, bastante a regañadientes, le dice a Chester que tiene el dinero para pagar el puesto de periódicos con sus ahorros de toda la vida. Mama Bellini se sorprende a la mañana siguiente al encontrar a Chester Cricket sentado en su jaula encima de suficientes monedas para pagar su error de dos dólares.

Mario se da cuenta de que su grillo debe necesitar algo especial para comer, ya que trató de comerse el billete de un dólar, por lo que viaja de regreso para ver a Sai Fong en Chinatown. Allí conoce al amigo de Sai Fong, un anciano chino. Juntos comparten su banquete chino con Mario y Chester, y luego le dicen a Mario que lo que Chester Cricket necesita son hojas de morera. Los dos chinos le dan a Mario algunas de las hojas para Chester y, a cambio, Chester canta para ellos, haciendo música con sus alas.

En el segundo aniversario de la llegada de Chester a Nueva York, decide organizar una cena en el quiosco con Tucker y Harry. Todo va bien al principio. Desafortunadamente, Tucker Mouse se tropieza mientras baila y cae sobre una caja de fósforos. Uno de los fósforos se enciende justo al lado de una pila de periódicos, y pronto todo el puesto se incendió. Chester Cricket salta al despertador dentro del stand y alerta a algunas personas en la estación de metro, y pueden apagar el fuego. Mama Bellini está muy molesta, culpa de todo esto a Chester y le dice a Mario que tiene que irse. Chester Cricket canta su tristeza. Mama Bellini está abrumada por la emoción del hermoso canto y decide que el grillo puede quedarse un rato más.

A Tucker Mouse se le ocurre una idea después de ver lo emocionada que estaba mamá con el canto de Chester: el grillo debería aprender todo tipo de canciones y tocarlas para el público. La primera audiencia de Chester es el Sr. Smedley, un profesor de música y el mejor cliente de Bellini. Está tan enamorado de la actuación de Chester que escribe una carta al New York Times instando a todos a que vengan y escuchen los programas de este cricket. La carta tiene el efecto deseado y multitudes de personas vienen a escuchar a Chester todos los días. Esto es muy beneficioso para el quiosco de Bellini, y comienzan a vender muchas revistas y periódicos cada día.

Chester Cricket se da cuenta de que ya no es feliz en Nueva York y quiere regresar a su hogar en Connecticut. Chester da un último espectáculo para la gente de Nueva York y esa noche puede pasar un rato a solas con Mario, cenando y jugando algunos juegos. Cuando Mario se duerme, Chester deja el quiosco para encontrarse con Tucker Mouse y Harry Cat. Los tres viajan al tren que llevará a Chester de regreso al campo. Después de despedirse y ver desaparecer el tren y su amigo el grillo, el ratón y el gato regresan a su desagüe, ambos tristes porque su amigo se ha ido.

Cuando los Bellini se dan cuenta de que Chester se ha ido, Mario se alegra porque sabe que su grillo ha vuelto a su casa y estará feliz allí. La historia termina con Tucker preguntándole a Harry si pueden ir a visitar el país el próximo verano para visitar Chester. ¿Quién sabe qué aventuras les aguardan?

Preguntas esenciales para The Cricket en Times Square

1. ¿Qué influencia tuvo Chester en los Bellini, Tucker y Harry?
2. ¿Está bien extrañar casa? ¿Está bien querer aventurarse en un lugar nuevo?
3. ¿Qué importancia tiene la amistad en esta historia?