La gata y las siete ratoncitas (parte 4)
Öykü Penceresi Metni
- ¡Espera! Mi intención no era matar a la gata... ¿me pueden ayudar a sacarle la menta?
- Por favor, yo les salvé la vida
- Es verdad, debería por lo menos sacarla fuera de la casa para estar a mano
- ¿¡Qué!?, por supuesto que no, ella es una come roedores, deberías mantenerte alejada si no quieres terminar en su estómago
- Oye, por ti tenemos una fiera en nuestra casa y la pasamos aterradas en un lugar húmedo y viscoso creyendo que seríamos digeridas
- *Yawn
- De hecho soñé lo que pasó hace un tiempo
- ...¿Dormiste bien?
- Que raro... mi pancita está incluso más grande que antes...
- Espero que no pienses que soy mala... sé que soy algo brusca pero es que nunca he tenido antes una amiga
- ¿Por qué te disculpas? Yo soy la que te quiere pedir perdón por asustarte de esa manera
- Oh eso... creo que deben estar bien porque si las hubiera digerido mi vientre sería más pequeño
- ¿¡En serio!? Lo siento, yo no quise...
- Entonces, ¿no sabes lo que les pasó a las ratonas?
- Entonces la hámster les preguntó si la podían ayudar a salvar a la gata, pero ellas pensaban que si le quitaban la menta luego se las comería a todas, por lo que no quisieron ayudarla. De esta manera, la familia de ratonas se fueron y la roedora blanca se quedó pensando en que debería salvar a la gata y sacarla de la casa para estar bien con las ratoncitas y la bestia.
- Debes saber que esto es algo natural... yo como a roedores porque tengo hambre no porque quiera hacerles daño
- Ya sé, ¿qué te parece si hago que mi barriguita sea un lugar más acogedor para estas pequeñas?
- Me siento tan culpable, debo de sacarle la menta pero sin decirle
- La hámster estaba decidida en que debía de sacar a la gatita morada afuera, pero se quedó un largo tiempo pensando si lo mejor sería quitarle la menta o si dejarla como está. Un par de horas después la roedora se dio cuenta de que la felina había despertado, pues esta comenzó a estirarse y a emitir un largo bostezo, la pequeña le preguntó si se sentía bien, pero cuando la gata respondió que había soñado con lo que había pasado se asustó.
- Claro
- Sí...
- Es que.. había comido demasiado... pero bueno, supongo que hay que ser honestas con nuestras amigas
- Así que... el maíz es un alimento que causa estragos en mi pancita... pero, ¿por qué quieres saber eso?
- ¿¡Cómo!? Nada que coma podría hacer que deje salir un solo gas, soy una dama
- Vamos, escuché el ruido que dejaste salir después de que tragaste a las ratonas
- Solo por curiosidad... ¿me podrías decir que cosas te causan eructos?
- Somos amigas, ¿verdad?
- Y las amigas se cuentan cosas
- La gata notó el pequeño crecimiento en su estómago, pero la roedora blanca, creyendo que la gata sabía lo que le había pasado mientras dormía, pidió perdón apresuradamente. Sin embargo, la gatita se había referido a que en su sueño revivió lo que pasó antes de que durmiera, por lo que le pidió disculpas por hacerle pasar un mal momento y explicó que en realidad no era mala.
- Pues los roedo... quiero decir, los peces
- Está bien supongo que uno no hará daño
- Pero pequeña, la verdad es que ya me siento llena
- Perfecto, creo que hay pescado en la refrigeradora, ahorita lo traigo
- Por favor, solo uno
- La gata se sintió muy mal por las roedoras y le dijo que ella no quería ser malas con ellas sino que estaba hambrienta, entonces, se le ocurrió la idea de tragar unas almohadas para que las ratonas que creía tener en su estómago estén cómodas, esto hizo que su vientre creciera un poco más. La roedora, a su vez, se sentía peor porque la gata era buena y la menta haría que su panza explote.
- No obstante, la pequeña ya tenía un plan: hacer que la gata eructe la pastilla de menta sin que esta note que fue su culpa. Por eso le preguntó sí había algo que le causara gases, esta pregunta sorprendió a la felina y dijo que ese "algo" no existía, pero cuando la hámster le insistió diciéndole que escuchó su fuerte gas antes la gatita se sonrojó y le contó que el maíz le provocaban gases. A continuación, la pequeña le preguntó que le gustaba comer más.
- Y... ¿cuál es tu comida favorita?
- La gata estaba a punto de responder que los roedores pero luego corrigió por pescado ya que la anterior respuesta podría incomodar a su querida amiga. Entonces la hámster le dijo que le traería un pez, esto le pareció algo extraño a la felina pues su panza era enorme, aún así, como la roedora le mencionó que solo sería uno entonces le dijo que estaría bien.
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