Patronio, estoy en continua pelea con unos hombres que no me estiman, son farsantes y embusteros tanto a mí como a quienes tratan. Dicen unas mentiras tan parecidas a la verdad, que gracias a eso aumentan su poder y a gente contra mí.
Señor Conde Lucanor, para que hagáis lo mejor y más beneficioso, me gustaría mucho contaros lo que sucedió a la Verdad y la Mentira
La Verdad y la Mentira se pusieron a vivir juntas una vez, la Mentira, que es muy inquieta, propuso a la Verdad que plantaran un árbol, para que les diese fruta y poder disfrutar de su sombra. La Verdad, que se conforma con poco, aceptó aquella propuesta.
La Mentira
L
La Verdad
La Mentira
Al oír la Verdad las razones, como es bastante crédula, se dejó convencer por su compañera. La Verdad se quedó con la raíz y La Mentira gracias a su hábil manera de mentir se alegro.
Verdad te propongo repartirnos entre las dos. Tu te quedas con las raíces ya que mantiene el árbol, le da vida, y por ello es la mejor parte, y yo me quedo con las ramitas que aún están por salir, ya que es peligroso, pues estaría a merced de los hombres y animales. Ademas el sol podría secarlas o quemarlas.