Esta historieta trata de un hombrecito que trabaja para su patrón. El patrón mandón, prepotente, abusivo, que humilla y maltrata al pongo delante de todos sus trabajadores.
¡A ver!
¡Llévate a esta inmundicia!
Por lo menos sabrá lavar ollas o manejar la escoba , con esas manos que no son nada.
Creo que eres perro. ¡Ladra!
Lo empujaba de la cabeza y obligaba a que se arrodillara y así imite animales.
Cuando era hora del Ave María el patrón siempre lo humillaba en frente de toda la servidumbre.
Trota de costado, como perro ¡Regresa!
Pero una tarde , a la hora del Ave María, cuando el patrón empezó a mirar al Pongo con sus densos ojos. Pongo empezó a hablar claramente...
¿Conmigo?¿Tú? Cuenta todo ,indio.
Soñé que habíamos muerto los dos juntos, que habíamos muerto.
Como éramos hombres muertos ,aparecimos desnudos, los dos ante nuestro gran padre San Francisco.
¿Y después ? ¡Habla!
Viéndonos muertos ,desnudos ,juntos, nuestro gran padre San Francisco nos examinó.
Los indios siervos oían al pongo ,con atención ,sin cuenta pero temerosos.
Y entonces?
Entonces nuestro padre le dijo Cubre este caballero con la miel que estaba en la copa de oro
El ángel mayor ordeno que se le eche miel al patrón y a Pongo excremento.
Ahora ¡ Lámanse el uno al otro! Despacio por mucho tiempo.