Era una noche en la que unas chicas jóvenes organizaban un baile.Fue mucha gente y uno de ellos era un policía llamado Andrés.Todos observaban a las jóvenes y Andrés gritaba:¡Sííííííí, muy bien!Cuando acabó el baile, era muy tarde y Andrés se fue a su casa porque tenía que descansar, porque era policía y tenía mucho trabajo.
¿PASA ALGO?
NO ME DORMÍA...
Al día siguiente, Andrés fue a una gasolinera a comprar algo y allí había un villano. Enseguida Andrés pidió refuerzos y mientras llegaban los otros policías, Andrés vigiló al ladrón sin que él se enterara.
¡JAMÁS, POLI!
Por suerte, pillaron al villano, pero en el momento que hablaron con él, Andrés recordó una cosa: El hombre que detuvieron era inocente.El detenido explicó que un criminal le obligó a robar un coche rojo o sinó le mataría. Andrés se dió cuenta de que aquel criminal lo llevaba buscando la policía durante meses. Pusieron en libertad al hombre inocente y seguridad en su casa.
"CALVITO"...
TE ODIO, "RUBITO."
Esa noche, aparecieron 2 policías en la puerta de la casa de aquel hombre. Después, el hombre no se dormía, así que salió un rato con los policías hasta que le dió sueño.
Por suerte inesperada, Andrés salió de paseo y se encontró con el criminal. Menos mal que Andrés alcanzó al delincuente real.
¡DETENTE!
Después, lo llevaron a la carcel y luego hablaron un rato con aquel hombre que estaba enfadadíííííísimo con el delincuente:"Y fueron felices y comieron perdices."