Abre tus ojos, la patria deseada, y mira que Sancho Panza, tu hijo, te regresa. Abre los brazos y recibe también a tu hijo Don Quijote; que, si es derrotado por los brazos de otros, es el ganador de sí mismo.
No seas tan estúpido.
¿Qué es esto señor? Ahora que pensamos que tu misericordia regresó a su casa para pasar una vida tranquila y honesta en ella, ¿quiere entrar en nuevos laberintos al convertirse en un pastor?
Planeo convertirme en un pastor para entretenerme en la soledad de los campos donde puedo dar rienda suelta a mis pensamientos amorosos. Me llamarán Quijotiz, y Sancho, Pancino.
Calladura, hijas, sé lo que tengo que hacer. Llévame a la cama no me siento muy bien; y tenga la seguridad de que, ya sea caballero andante o pastor, no dejaré de recurrir a los necesitados.Planeo convertirme en un pastor para entretenerme en la soledad de los campos donde puedo dar rienda suelta a mis pensamientos amorosos. Me llamarán Quijotiz, y Sancho, Pancino.
Mira, señor, sigue mi consejo: quédate en casa, cuida tu patrimonio, confiesa a menudo y favorece a los pobres.
Mis misericordias, mi sobrina, son las que Dios ha usado conmigo en este momento. Tengo un juicio, ya libre y claro, sin las sombras de la ignorancia que me dieron las lecturas de los detestables libros de caballería. Ya conozco sus tonterías, y siento que no tengo tiempo para leer otros libros que son luz del alma. Sé, sobrina, que estoy a punto de morir, y no quiero que se confirme con mi muerte la fama de un loco que ha merecido mi vida. Llama a mis buenos amigos: el sacerdote, el soltero Carrasco y Nicolás, el barbero, porque quiero confesar y hacer mi voluntad.
Alégrate conmigo, buenos caballeros, de que no soy Don Quijote de la Mancha, sino Alonso Quijano el Bueno. Ahora soy el enemigo de todos los caballeros y todas las historias aburridas de los caballeros errantes. Por la misericordia de Dios, he experimentado el castigo en mi propia cabeza, y los abomino. Yo, caballeros, siento que me estoy muriendo apresuradamente. Quiero que un confesor me confiese y un notario que haga un testamento.
Es mi voluntad que de ciertos fondos que tiene Sancho Panza, no se le pida ninguna explicación. Perdóname, amigo mío, por la ocasión que te he dado.
Realmente muere y está realmente en su juicio Alonso Quijano el Bueno.