Un león no me asustaría con semejante talla que tengo. ¡Con treinta metros de largo, fácilmente sería el rey de los animales!
¡Yo soy el rey de los animales!
Un lobo vagaba por un solitario lugar a la hora que el sol se asomaba en el horizonte.
Agitado decidió descansar bajo un árbol donde pudo percibir su sombra bellamente alargada, y exclamó:
Al instante arribó el león con su gran rugido, pero el lobo no le presto atención y seguía presumiendo su grandeza.
En ese momento el león decidió atacar al lobo para darle su merecido.
Con su poderosa fuerza y velocidad el león fue el vencedor de la batalla.Moraleja: Nunca valores tus virtudes y apariencias con la que ven tus ojos, pues fácilmente te engañaras