¡ Invite a todos tus compañeros de tu grupo para tu fiesta !
¿Qué? Mamá, pero si ellos casi no me hablan.
Tenía muchos amigos y siempre estaban jugando en la calle, yo era muy feliz en mi país.
En una semana Susy celebraría su cumpleaños. Eran pocos los niños que iban a acudir a su fiesta y no porque ellos quisieran, sino porque sus padres les obligaban por su amistad con la familia de Susy.
Pobre Susy, ha sufrido tanto y nosotros que nos burlamos de ella.
Cuando llegó el día había caras tristes, excepto la de Susy. Tras disfrutar de los payasos, de la merienda y de la tarta llegaron los regalos. Susy quiso adelantarse y pidió permiso para hacer ella un regalo a todos los niños que habían asistido a su cumpleaños antes de abrir ella sus paquetes.
Discúlpanos Susy, por todas las burlas, ya no permitiremos más burlas hacía ti
Fue entonces cuando Susy quiso regalar a los niños su historia. Comenzó contando que antes vivían en un bonito país llamado Irak.
Pero un día empezaron a estallar bombas y todos se prepararon para dejar sus casas en busca de una tierra en paz y que les ayudaran.
La Cruz Roja me auxilio, sin embargo, nuevas bombas cayeron esa noche en el barrio y nunca más supe de mis padres.
Sabía que su cojera le había salvado la vida y con cada balanceo de su cuerpo recordaba a sus hermanos y viejos amigos, Ser coja para ella siempre sería importante.
Desde ese día ningún niño volvió a llamarla coja ni a hacerle vacío. Todos se disculparon con ella y aprendieron que ser diferente no sólo no es malo sino que puede enriquecernos a todos.