Paloma parte2
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- El viernes las clases terminaban a las cuatro. Larapropuso a algunos compañeros que fueran a pasar la tarde a su casa. Movidos por la curiosidad de conocer mejor a “la nueva”, varios aceptaron. Se juntaron en la puerta del colegio y Lara los condujo radiante hasta su casa, un chalé a escasos diez minutos del centro. La verja daba directamente a un precioso jardín con flores tan bien cuidadas que los chicos se quedaron perplejos.
- Les abrió la puerta una chica joven con acento extranjero, vestida de azul oscuro y delantal Blanco. Lara les explicó que el jardín era el refugio de su madre, y que en Inglaterra la jardinería era toda una institución. Lo malo era que en España llovía menos, por lo que había que regar mucho más.
- La madre de Paloma era ayudante de cocina en un hotel del centro. Le encantaba su trabajo. Para conseguir entrar a formar parte de la plantilla, había asistido a un curso de seis meses. Poco a poco, se había integrado en el equipo, que se había convertido casi en su segunda familia. Aunque el ritmo de trabajo no dejaba de ser frenético, el ambiente era fantástico. Las crisis nerviosas del jefe de cocina eran de película, pero nunca ofensivas. Luego se calmaba y pedía perdón.
- Era un hotel de nivel medio, siempre lleno. Ofrecía un menú He doce euros al mediodía y tapas variadas por la noche. La fórmula había cuajado. Con lo cual, a la cliencela del hotel se sumaba un gran número de habituales del barrio. Como había que mantener la altura, los de cocina no paraban. Sin duda, lo más agotador era el horario: llegar a casa a las cinco de la tarde, descansar in par de horas, volver al hotel, trabajar a tope hasta as tantas y regresar a casa destrozado.
- Después de cenar, Paloma bajó la basura, apagó lacalefacción para no gastar demasiado y cerró la puerta con llave. No se sentía con ánimos para leer, así que se metió en la cama temprano. Al principio tuvo mucho frío, pero poco a poco las sábanas y la manta cogieron el calor de su cuerpo, aislándola del exterior. Acurrucada como un bebé en el vientre de su madre, apagó la luz, cerró los ojos y se dispuso a dormir.
- Sin embargo, no pudo conciliar el sueño. Como era una chica muy callada, guardaba todas las experiencias en su corazón. Las meditaba en silencio, a solas con su conciencia. Por tanto, mantenía el cerebro en constante ebullición. Generalmente, sus pensamientos se desarrollaban de manera lineal, como transcurre la trama de la novela clásica europea. Además, la simplicidad de su vida le daba aquella paz que los sabios anhelan tanto. Todo lo cual le permitía ser profunda a la vez que sencilla, inteligente aunque muy inocente.
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