Nuestra casa estaba en San Isidro. Yo era el menor en la familia.
¡ANDÁ A TU CUARTO!
Ese día hubo una discusión, y mi padre me grito. Siempre lo recordare. Fue el día en que Ezequiel se fue de casa.
Me parece que tu hermano la cagó otra vez.
Ese día que visite a mi hermano me encontré con un perro, y me entere de su enfermedad. Las cosas terminaron mal, y decidí irme.
Tengo sida.
La noche que llegue de la casa de Ezequiel, estaba distraído, y mamá lo noto.
¿Todo bien?
Si, todo bien.
Mi padre siempre me obligó a escuchar música clásica, hacer deportes, y jugar ajedrez con él. Esa tarde perdí, y él notó mi desconcentración, debida a la situación con Ezequiel.