Gar, ¿te acuerdas de lo que sucedió con Guidón?
¡Sí! Me acuerdo que hace un tiempo le ofrecieron el puesto de rey y lo rechazó.
¿Cómo mi padre hizo eso? Quiero el puesto, pero mis hermanos también lo querrán. Iré a hablar con los habitantes de Shjem.
Gente de Shjem, mi nombre es Avimelej y mi madre reside de este lugar por lo que soy su pariente. He venido a decirles que debo ser el rey que gobierne sobre los judíos. Si ustedes me apoyan, yo los ayudaré en lo que ustedes deseen. Ahora, acompáñenme a Israel.
Avimelej, de parte de todo el pueblo, te damos 200 monedas de plata.
¡Que viva el gran Avimelej! Nosotros te apoyamos.
Señores, quiero que ustedes me ayuden a matar a mis hermanos. Deberán acompañarme a Israel en donde estará mi familia en la casa de mi padre. A cambio, les daré 200 monedas de plata.
De acuerdo.
Habitantes de Shjem, mi hermano Avimelej es un hombre corrupto y no será un buen rey. Hubo un Mashal en el que los árboles debían escoger a un rey entre ellos. Le preguntaron a tres que tenían frutos hermosos, pero ellos lo rechazaron. Finalmente, un cactus gobernó sobre ellos, pero les dijo antes de su coronación que debido a sus espinas se quemarán. Los tres árboles que rechazaron el puesto representan a Otniel, Devorá y Guidón. El cactus es Avimelej, ya que no será un rey benéfico. Él los ha engañado, y en un futuro les traerá el mal.