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De lo que le sucedió a don Quijote con unos cabreros.

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Snemalna Knjiga Opis

capitulo11

Snemalna Knjiga Besedilo

  • Que buen olor a tasajos de cabra
  • vengan y coman junto a nosotros
  • Gracias pero me siento más cómodo comiendo solo en un rincón porque si me uno a los otros comensales, tendría que masticar despacio, beber poco, limpiarme a menudo y no estornudar ni toser.
  • No pasa nada sancho sientate conmigo
  •  Sancho sientate porque quiero que aquí a mi lado y en mi compañía desta buena gente te sientes, y que seas una mesma cosa conmigo, que soy tu amo y natural señor, que comas en mi plato y bebas por donde yo bebiere; porque de la caballería andante se puede decir lo mesmo que del amor se dice que todas las cosas iguala
  •  la edad de oro (la primera de cinco edades que delineó Hesíodo) en la que "ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío" y todo se compartía. Fue una época de paz y amistad. Pero en estos siglos actuales hay tanta malicia que fue necesario crear la orden de los caballeros andantes para socorrer a las doncellas, viudas, huérfanos y menesterosos.
  • Y yo soy un caballero andante de esa orden y agradezco la hospitalidad que nos han brindado.
  • En un momento llegara un compañero el cual es un zagal muy entendido y muy enamorado, y que, sobre todo, sabe leer y escribir y es músico de un rabel, que no hay más que desear.
  •  Antonio, bien podrás hacernos placer de cantar un poco, porque vea este señor huésped que tenemos quien; también por los montes y selvas hay quien sepa de música. Hémosle dicho tus buenas habilidades, y deseamos que las muestres
  • Por favor antonio canta otra
  • Yo sé, Olalla, que me adoras, puesto que no me lo has dicho ni aun con los ojos siquiera, mudas lenguas de amoríos.Porque sé que eres sabida, en que me quieres me afirmo; que nunca fue desdichado amor que fue conocido. Bien es verdad que tal vez, Olalla, me has dado indicio que tienes de bronce el alma y el blanco pecho de risco. Mas allá entre tus reproches y honestísimos desvíos, tal vez la esperanza muestra la orilla de su vestido. Abalánzase al señuelo mi fe, que nunca ha podido, ni menguar por no llamado, ni crecer por escogido....
  • No, ya tenemos ganas de dormir.
  •  Don Quijote mira este remedio te ayudara con la herida de la oreja
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