HISTORIETA_PAICO
Text z Príbehu
- Sea lo que sea lo que te haya sucedido, yo te seguiré queriendo. Fuiste tú quien me habló por primera vez. Si encontraste las fuerzas para ponerte en contacto conmigo, ¿por qué te niegas a verme?
- No tienes por qué esconderte más. Sea lo que sea lo que te pasa, quiero ayudarte. Y formar nuevos recuerdos a tu lado. No pienso dejar de buscarte más allá de esta pantalla. Porque la vida no tendría ningún sentido si dejáramos de perseguir imposibles.
- No te puedes imaginar lo que siento yo cada mañana que descubro que sigo aquí. Atrapado por los recuerdos, aterrorizado por el presente y por el futuro que me espera. Precisamente porque te quiero, no puedo arrastrarte a este infierno. No me lo perdonaría nunca.
- Acabo de cruzar la puerta del jardín. No esperaba que esto fuera tan grande y triste al mismo tiempo. Como si las historias que se esconden entre todos estos árboles hubieran terminado mal.
- Es posible. Marcos podría estar en cualquier parte y esto es inmenso. Voy a preguntar.
- No he llegado sola. Todos me habéis ayudado. Os quierooooo.
- Ánimo, cielo. Eres muy valiente por haber llegado hasta aquí tú sola.
- ¿Ya estás en la clínica?
- Seguro que no. A todos ellos la vida les ha dado una segunda oportunidad.
- No, te dije que nosotros escribiríamos el final. Y lo estamos haciendo ahora. Y te aseguro que no es más que el principio. Pero, por favor necesito abrazarte. No es imposible. LOS DOS estamos aquí.
- Yo también te quiero. Si he llegado hasta aquí para encontrarte, si te he aceptado como fantasma, si me he vuelto a enamorar de ti en una pantalla de 5 x 9. ¿Como no voy a ser capaz de amarte en una silla de ruedas?Haz Click Para EditarDespués ocurrió lo del incendio y se acabaron las oportunidades. Hasta me planteo si tiene algún sentido que no acabara todo aquella tarde.HelpEscapeInsert ParagraphUndo the last commandRedo the last commandTabUntabSet a bold styleSet a italic styleSet a underline styleSet a strikethrough styleClean a styleSet left alignSet center alignSet right alignSet full alignToggle unordered listToggle ordered listOutdent on current paragraphIndent on current paragraphChange current block's format as a paragraph(P tag)Change current block's format as H1Change current block's format as H2Change current block's format as H3Change current block's format as H4Change current block's format as H5Change current block's format as H6Insert horizontal ruleShow Link DialogSummernote 0.8.18 · Project · Issues
- ¿no entiendes que el accidente puso punto y final a nuestra historia?
- Eso no cambia nada. No puedo pedirte que te quedes a mi lado. No sería justo. Te quiero demasiado
- He recordado de golpe muchas cosa. Recordé a un chico, Marcos. Pensaba hablarte de el. Hablamos de tantos temas con tal confianza que parecía que nos conocíamos de siempre. Le he llamado pero su número sale como dado de baja.
- IMPOSIBLE. No te imaginas lo diferentes que son Phoenix y Marcos. Lo acabo de recordar. Yo no cogí ningún taxi. Marcos era quien conducía. ¿Y si le pasó algo?
- Vete a hablar con tus padres. Que te cuenten la verdad. Necesitas olvidarte de los demás y pensar. Pero entonces ... ¿Phoenix podría ser Marcos?
- ¿Y él no ha intentado ponerse en contacto contigo? ¿Y si en realidad sí que lo ha hecho? ¿Y te ha escrito con otro nombre?
- Me ha venido el recuerdo de un chico. Marcos, me dijo que me llevaría al Aquasort, su tío trabajaba allí e intentaría colarnos. Por el camino se puso a llover. Un coche se nos echó encima. He estado llamándole desde que he recordado todo, pero su móvil está dado de baja. Yo no te recordaba a causa del accidente, pero ¿cuál es tu excusa para haber desaparecido de mi vida Marcos? Dime al menos cómo estás.
- La cuestión no es cómo, sino dónde. ¿Serías capaz de amar a alguien que ha muerto
- Para levantarse, una tiene que acostarse. Y yo me he pasado la noche en vela. Hablé con Phoenix. Y le dije que sabía que era Marcos. Él no me lo ha confirmado, pero sé que tengo razón.
- Sus voces suenan tan distintas en mi cabeza. Marcos, era como si su mente nunca estuviera quieta. Phoenix, sin embargo, parece que solo piensa en una cosa: en mí.
- Ya... Pero mi cerebro va a mil por hora sin que yo se lo pida.
- En serio, Eli, échate un rato. Por ahora no creo que te sirva de mucho seguir dándole
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