Felipe era un niño ¡muy feliz!. Jugaba con su amigos y en la escuela no tenía problemas, mas que con una sola materia, matemáticas
A Felipe no le salían las cuentas veloces como a sus compañeros, en la escuela perdía dinero por no contar bien y el no sabía el porque le pasa esto.
La maestra siempre lo regañaba - ¡Felipe!, ya no uses los dedos, ya estas en tercero de primaria - Pero a Felipe le costaba contar y la maestra no podía ayudarlo
A Felipe le asignaron una maestra especial, una maestra que detecto el problema de Felipe y decidió brindarle apoyo
Ahora Felipe es más feliz, comprende las matemáticas mejor y le gustan mucho los números. Los papás de Felipe no sabían cuál era el problema de su hijo, ya que era un niño normal con buenas calificaciones, entonces la maestra les dijo - Su hijo tenía un problema de Discalculia 
Un 3 % a un 6 % de la población padecen discalculia y existen diferentes niveles de discapacidad. Los niños aprenden eventualmente a luchar con los números pero en otros, las tareas cotidianas como cocinar, comprar, salir a cenar o cualquier cosa que involucre números y matemáticas básicas, como calcular la propina, se les dificulta.
La discalculia no tiene cura ni se trata de solo una fase del alumno, es la manera en que su cerebro procesa las matemáticas.
La discalculia, es una condición neurológica que dificulta la comprensión de las matemáticas y tareas que involucren las matemáticas.
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