Doña Matilde presumía a Eufemia frente a todos, pero en privado le reclamaba, incluso con esta última trabajando 16 horas.
¡Ya no trabajas como antes! Le pones más empeño a la escuela que a tu trabajo.
Lo siento, señora Matilda.
Después de un momento de estrés, Eufemia destroza la Remington. Le pide ayuda a Lazcano, quien le dice que no hay remedio, se ponevulnerable le cuenta todo lo que le pasa.
Con lamáquina te puedo ayuda, no te preocupes.
Te quiero ayudar y rezongas.
Ya se cómo cobran ustedes los hombres.
Después de un pequeño enfrentamiento, terminan teniendo intimidad. Con esto, desde el punto de vista de Eufemia, Lazcano no solo reparó la máquina, sino también a ella, pues se hizo un poco más extrovertida.
Después de un tiempo, no han formalizado nada y Eufemia le reclama por eso.
Bien, casémonos.
Sí, te lo iba a pedir hoy pero estuviste extraña.
¿Lo dices en serio?
No voy a ser tu pasatiempo.
Después de eso Jesús Lazcano empezó a tener problemas con la bebida.
Tiempo después, el día de la graduación de Eufemia alguien le entrega una carta...
Gracias por todos los momentos que compartimos, pero si debo elegir entre mi libertad y el amor, elijo la primera. Lo siento por la promesa que alguien como yo no puede cumplir, conoce a alguien más, eres joven. Por favor, no me guardes demasiado rencor. Para cuando leas esto, estaré en Houston.
Eufemia huyó para no pasar vergüenza social. Después no se quedó en ningún lugar permanente para no sentir y apegarse.
Actualidad. En otro pueblo y otra plaza.
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Querido Lencho: No podía esperarte toda la vida. Un hombre de verdad me hizo saber lo que se siente ser mujer y no quiero nada contigo. Adiós para siempre. No me busques.
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