Lleva esta merienda a la abuela. No vayas por otro camino.
Muy bien, no te preocupes.
Engañaré a esta niña porque necesito tiempo para comerme a su abuela y después también me la comeré a ella... ¡Ja, ja , ja!
Ves por el camino de la izquierda, que es más corto y así llegarás pronto a tu casa.
No estoy muy segura, pero te haré caso, pareces un buen lobo.
Había una vez una niña llamada Caperucita Roja. Un día su madre le dijo que tenía que llevar la merienda a su abuela porque estaba enferma.
Abuela, ¿por qué tienes la boca tan grande?
¡¡ PARA COMERTEMEJOR !!
Caperucita quería llegar pronto a casa de su abuela para después tener tiempo para jugar. Tenía que hacer caso a su madre... De repente se encontró un lobo que le aseguró que había un camino mucho más corto para llegar a la casa de su abuela.
¡AYUDA! ¡Un lobo está en casa de mi abuela y casi me atrapa!
¡Ahora te ayudaré!
Caperucita dudó, pero al final hizo caso al lobo, confió en él. El lobo estaba contento de haber engañado a la niña, ahora podía ir por el camino más rápido y encontrar a la abuela.
¡QUÉ BIÉN QUE NOS HEMOS DESHECHO DEL LOBO!
Cuando llegó el lobo, la abuela asustada se escondió en un armario. El lobo, muy astuto, se disfrazó de abuela para engañar a Caperucita. Cuando Caperucita llegó, vio a su abuela un poco cambiada...
Cuando Caperucita se dio cuenta de que el lobo estaba disfrazado se fue corriendo hasta que se encontró un leñador y le pidió ayuda. Fueron a casa de la abuela y echaron al lobo. El lobo se asustó tanto cuando vio el hacha del leñador que dijo que nunca más volvería a molestarlos.
Al final liberaron a la abuela que estaba encerrada dentro de un armario. Caperucita aprendió una lección, tenía que hacer caso a sus padres y desconfiar de los desconocidos. FIN
Bolo vytvorených viac ako 30 miliónov storyboardov