Por otro lado Bertrand Russel decía que el bien y el mal derivan del deseo y los conflictos entre ellos proceden de la incompatibilidad de los diferentes deseos entre (inter esse) los hombres como dentro (intra) de uno mismo
Hoy hablaremos sobre la satisfacción y felicidad. Empezaremos con el eudemonismo psicológico y el papel que juega el deseo. El eudemonismo se rige por las características de el deseo y la satisfacción
Friedrich Heinrich Jacobi decía que deseamos algo no porque sea agradable o bueno, sino que lo consideramos agradable o bueno porque lo deseamos
Entonces de esto podemos entender que el placer se debe al deseo y no el deseo al placer esperado. Pero esto nos lleva a la pregunta
Si la mayoría de seres humanos se inclina en favor de su propia satisfacción inmediata ¿la moral se propone en disminuir la fuerza de esta inclinación?
El problema es cual es el camino correcto que debiéramos tomar y cual es el resultado que debiéramos de alcanzar.
Hay quienes dicen que la felicidad o la virtud son la respuesta pero estos están en conflicto de acuerdo a los filósofos. Entonces la felicidad y la virtud son medios para lograr llegar a cierto fin. Ambas deben de promoverse entre si para llegar a un fin aun mas grande.
Hazlitt argumenta que este fin ultimo al que deseamos llegar es el bienestar. El hombre debe armonizar sus deseo y maximizar sus satisfacciones a largo plazo.
El filosofo John Stuart Mill es famoso por la frase: Es mejor ser un humano insatisfecho, que ser un cerdo satisfecho. Pero los seres vivos al estar insatisfechos actuaran de manera que se sentirán mas satisfechos. Tiene la opción de elegir seguir actos que lo satisfagan. Con Mill no tendríamos opción de actuar de esta forma.
La vida moral consiste en seguir el curso que conduce a la mayor felicidad a largo plazo
Entonces el eudemonismo psicológico es la solución ya que el hedonismo psicológico no puede explicar los verdaderos motivos de nuestros actos.
Y para lograr obtener esa felicidad debemos de cooperar social mente. De esta manera podremos promover nuestros propios intereses a largo plazo, siempre y cuando ofrezcamos nuestra ayuda generosamente.
Hazlitt dice que debemos abandonar la palabra placer y en su lugar utilizar la palabra felicidad o satisfacción. El hombre busca satisfacer sus deseos y esto significa buscar la felicidad.
Con eso acaba nuestro viaje ético/moral sobre la satisfacción y la felicidad.
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