(Descifra el quipu). ¡En este quipuhay carbón, que indica que ya Ollanta ha sido quemado!Estos tres... cinco quipus atados dicen que Anti Suyu hasido sometido, y que se encuentra en manos del inca;esos tres... cinco, que todo se ha hecho con rigor.
Y tú que has estado allí, ¿qué cosa has hecho?
Горка: 3
¡Poderoso inca, hijo del Sol! Mira que soyel primero trayéndote la noticia de que has triunfado,subyugado y derramado la sangre de esos traidores.
¡Cómo! ¿No he amonestadocon frecuencia que no se derrame la sangre de aquellagente, pues bien saben que la amo y compadezco?
Горка: 4
¡Padre mío! No; no se ha vertido la sangrede nuestros enemigos; que corra esta noche.
¿Qué has visto?
Горка: 5
Yo estuve allí junto con todo mi ejército,durmiendo en la confluencia del Qqueru y escondidoen Yanahuara. Como en este valle hay muchas selvaspara celadas, permanecí oculto en una casa por espaciode tres días, con sus noches, soportando el hambre y lasintemperies. Rumi Ñahui vino a verme y me declarótodo su plan: que nosotros debíamos venir de noche,luego de que él regresase a su puesto, pues se iba acelebrar en el cuartel real una gran fiesta, y, cuandotodos estuviesen entregados a la embriaguez, podíamoscargar durante la noche con el ejército de los veteranos.Después de haberme descubierto su estrategia, se regresóy aguardamos aquella noche. Mientras tanto, Ollantapasaba divirtiéndose en la celebración de la fiesta del Sol,junto con los suyos, y el ejército entregado a la fiesta porespacio de tres días.
Горка: 6
«Nosotros les caímos a media noche, y nuestro ejércitoentró por sorpresa, sin que el enemigo lo percibiera yestalló sobre él como la tempestad. De esta manera fue71al punto sobrecogido de espanto, y cuando volvió en sí,se encontró prisionero en nuestras manos. Rumi Ñahuise hallaba todavía enfermo; aunque Orcco Huaranccamarchaba muy triste, sin embargo, empuñaba con furiala cadena. De este, el inca condujo a Ollanta, con suséquito; Ancco Allu con sus mujeres y como cerca dediez mil antis prisioneros. Sus mujeres convertidas en unmar de lágrimas los seguían de cerca. Por esto, en verdad,has visto a Huilcanota entregada al llanto».