Levanté luego 3 planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco
Volví a colocar los tablones con tanta habilidad que ningún ojo humano ¡Ja! ni siquiera el suyo habría podido ver
Suena el timbre de la casa y acudo a abrir con tranquilidad
De viaje, les respondí
Buenas noches señor, tenemos un reporte de un atentado
¿Dónde está el anciano?
En cuanto a los gritos, son míos, tuve una pesadilla
Los invite a recorrer la casa, debí haberlos mandado a que trajeran una orden pero no lo hice
Mientras ellos platicaban yo ponía mi silla en el punto exacto donde estaba el cadaver
Un dolor de cabeza zumbaba en mis oídos, se hacia más intenso, seguía resonando y se hacia cada vez más intenso, hasta que me di cuenta que ese zumbido ya no venía de mi cabeza sino del suelo
Ya lo había escuchado esa noche, era el mismo sonido que salía del angustiado pecho en el silencio de la noche
Y entretanto los hombres seguían charlando plácidamente, ¿es posible que no oigan?¡Claro que oían y sospechaban!
¡Confieso que lo mate!¡Ahí está, si ahí, donde está latiendo su horrible corazón!