Habían quedado marcelo y bea a ir a una fiesta, bea se puso una falda. se miro en el espejo y se vio muy guapa
Seguro que a Marcelo le gustara
¿Así?¿A que te refieres?
¡No pensarás salir asi verdad!
¡Con esa falda vas enseñando todo! Si quieres que vaya contigo subes a cambiarte de ropa
Subió a casa, muy nerviosa, y bajó de nuevo con otra ropa. La tarde transcurrió normal y ninguno de los dos volvió a comentar el incidente.
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A las dos semanas bea celebró en casa su diecisiete cumpleaños; estaba contenta Entre todos los regalos que recibió había una barra de labios, de un color intenso, y un pantalón ajustado que resaltaba su figura. Cristina se pintó los labios contenta y salió con el pantalón puesto.
¡Pareces una cualquiera vestida y pintada así! ¿Te gusta provocar?-
bea se quedó helada; tan fría como la mirada de Marcelo. Entró en casa, llorosa, se quitó la pintura de los labios y se cambió de ropa. Marcelo había arruinado el día de su cumpleaños. Cuando se despidieron, como si no hubiera ocurrido nada, él se acercó a besarla y le dijo cuánto la quería. Cristina apartó la cara y no le contestó.
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Bea abrió su corazón y contó a su amiga lo que había pasado.
¿Te pasa algo?
¡No dejes que te domine! ¿Quién se ha creído que es para tratarte así? La próxima vez no le hagas caso