Descubrí que el sumo de moho era capaz de matar una amplia gama de bacterias dañinas, como estreptococos, meningococos y el bacilo de la difteria.
La zona alrededor del moho-que luego se identificó como una cepa poco común de penisillium notatum- era clara,como si el moho hubiera secretado algo que inhibiera el crecimiento bacteriano
Publique mis hallazgos en el British Journal of Experimental Pathology en junio de 1929, haciendo tan solo una referencia de pasada a los potenciales beneficios terapéuticos de la penicilina
Encomendé a mis asistentes, Stuart Craddock y Frederick Ridley, la complicada tarea de aislar la penicilina pura a partir del zumo del mohoResultó ser un compuesto muy inestable, y los investigadores solo pudieron preparar disoluciones impuras, pero que les servían para continuar trabajando.
En esta época, parecía que su aplicación principal sería utilizar la penicilina en el laboratorio para separar, en un cultivo mixto, las bacterias insensibles a la penicilina de bacterias sensibles a este fármaco.
Esto tenía un uso práctico para los bacteriólogos, lo que mantuvo el interés en la penicilina.