Señor Conde Lucanor, para que hagáis lo más conveniente, me gustaría contaros lo que le ocurrió a un genovés.
Patronio, tengo mis tierras bien cultivadas y algunos me dicen que inicie una empresa de riesgo. Quiero que me aconsejéis lo que deba hacer.
Patronio le cuenta al Conde Lucanor lo que le ocurrió al genovés.
De broma empezó a hablar con su alma
Alma, bien veo que quieres abandonarme y no sé por qué, pues si buscas mujer e hijos aquí tienes unos tan maravillosos.
Siguió hablando con su alma.
Si queréis oro o joyas para traficar aquí tenéis mucha cantidad y si buscas tierras que sean frescas están bajo estas ventanas.
Patronio le contó que había un genovés que era muy rico y afortunado, pero enfermó, y notando que se moría llamó a sus amigos y parientes, y después a su mujer e hijos, a los que mandó a traer sus joyas y riquezas.
Y término de hablar con su alma.
Y pues no te das por satisfechas con tantos bienes, es que no los deseas.
Y término Patronio diciéndole
Y vos que gracias a Dios estáis en paz, pienso que no será de buen juicio arriesgar todo lo que podréis.
Por eso mientras podáis vivir con tranquilidad sin que os falte nada, no os metáis en una empresa donde tengáis que arriesgarlo todo.
Alma, bien veo que quieres abandonarme y no sé por qué pues si buscas mujer e hijos aquí tienes unos tan maravillosos
Le ofreció juglares, casas, caballos y mulas, perros para la caza y mucho más.
El que esté bien sentado, no se levante.
Por eso mientras vos viváis en paz sin que os falte nada, no os metáis en una empresa donde tengáis que arriesgarlo todo.