Assef le dice a Amir que tendrá que luchar contra él para ganar la libertad de Sohrab. Se desliza en sus infames nudillos de bronce y procede a vencer a Amir casi hasta la muerte, hasta que Sohrab trae la lucha a un alto apuntando su honda a Assef y exigiéndole que se detenga. Cuando Assef se lanza para Sohrab, dispara su ojo con la honda, y Sohrab y Amir pueden escapar.
Después de que Amir sea testigo de la violación de Hassan pero estaba demasiado asustado para intervenir, evita a Hassan por vergüenza y culpa. Finalmente intenta conseguir que Hassan le pegue con una granada, en un intento desesperado por hacer que Hassan muestre cierta ira hacia él para que pueda calmar su culpabilidad. Pero Hassan se niega a devolver algo a Amir, y finalmente toma una granada y la aplastó contra su propia frente.
Assef, un muchacho mayor que es un racista y un sociópata, esquinas Amir y Hassan y saca sus nudillos de bronce para vencer a Amir porque Amir es amigo de Hassan, un Hazara. Amir piensa que Hassan no es su amigo; Él es su siervo. La idea de admitir que un pashtán es amigo de un Hazara es imperdonable en el círculo social de Amir.