La escuela tradicional propiciaba un ambiente en el que el profesor asume el poder y la autoridad como transmisor esencial de conocimientos, quien exige disciplina y obediencia, apropiándose de una imagen impositiva, paternalista, autoritaria; se fomentaba la comparación entre los alumnos lo que provocaba un efecto negativo en la autoestima. Se presenta a continuación un ejemplo...
María Guadalupe Estrada Velázquez. 2° LEP.
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Suerte que somos influyentes. Ve a tu salón, debo ir al mío.
Guarde silencio al entrar.
¡Que bueno es volver!
Sí, lo es
La verdad es que no me alegra regresar a clases.
Tampoco a mí, no quería venir, me obligó mamá.
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Ya estamos aquí, espero que hoy sea un mejor día
Sofia y Karla lo están insultando maestro
Ojalá que sí, el profesor es tan malo.
No hablar a menos que el docente así lo quiera.
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Estoy arto de ustedes, ¿Por qué no pueden ser como Raúl?
Sofía, Karla, ¿Qué tanto se secretean? ¿Han olvidado que no tienen derecho de hablar?
Como castigo van a copiar en el cuaderno 20 veces la página 15 del libro de texto
Es porque ellas no tienen tanto poder como el que tengo yo
Debería castigarlas querido profesor
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Y todavía se atreven a cuestionarme, ¡están reprobadas!
Debería golpearlas, sólo me traen problemas.Largo de aquí.
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¿Qué tal la clase hermano?
Todo bien como de costumbre
Estos niños se quejan de todo, por eso es que los maestros somos los únicos conocedores de todo, ellos sólo deben acatar órdenes, pero ni eso pueden hacer.
¡No hay nada peor en el mundo que venir a la escuela!
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Le diré al maestro que están hablando mal de él.
Pero no dijimos nada malo maestro.
Está siendo demasiado injusto
Ustedes se lo buscaron, no sirven para nada.