Estando en la playa de la Barceloneta una ola lo arrastró mar adentro. Invocó a la Virgen y pasó a estar de nuevo en la orilla con la ropa seca.
Aconsejado por un sacerdote oratoriano, decidió cambiar de vida.18 Tomó la drástica decisión de hacerse cartujo.18 Para ello, retomó sus estudios de latín. Primero le dio clases particulares un sacerdote llamado Tomás, que falleció poco después, y tras esto recibió clases en la preceptoría de Francesc de Paula Mas i Artigas.
A raíz de contactos familiares, el obispo de Vich, Pablo de Jesús Corcuera, se enteró de la vocación de Antonio y quiso conocerle.20 Antonio salió de Barcelona rumbo a Sallent en septiembre de 1829, donde iba a pasar unas semanas con su familia, y luego marchó a Vic, donde él y su padre fueron recibidos por el obispo el 30 de septiembre.
Tomó la drástica decisión de hacerse cartujo.18 Para ello, retomó sus estudios de latín. Primero le dio clases particulares un sacerdote llamado Tomás, que falleció poco después, y tras esto recibió clases en la preceptoría de Francesc de Paula Mas i Artigas.19