Al Sira haber cumplido veimte años, conoció a Ignacio un domingo de septiembre en la Bombilla; un bar con mucha gente, él la saco a bailar, la hizo reír y para sorpresa de ambos, dos semanas después ya estaban planeando su casamiento. Mientras esto ocurría, la republica llegaba a Madrid.
Ignacio era un ilusionado aspirante a la burocracia, podia llegar a ser candidato de cualquier ministerio, siempre y cuando se le prometiese un sueldo de por vida, pero por más que lo intentase no lo aceptaban.
¡¡¡Que así sea, animo!!!
No me aceptaron en el ministerio de hacienda, pero el próximo ministerio si que lo hará.
La Segunda República lllego a aquel barrio donde se encontraba el taller, después de su llegada no hubo más clientes, por lo que Doña Manuela no tuvo más remedio que cerrarlo.
CERRADO POR LA SEGUNDA REPÚBLICA
Sira e Ignacio ya se encontraban trazando los planes para su boda, cuando a Ignacio se le ocurre la idea de convertir a Sira en funcionaria como él, dado que Ignacio cosiguió un puesto de funcionario en días pasados. No tardo más de tres dias en convencer a Sira.
Si, ya lo pense y estoy de acuerdo
¿Ya pensaste en lo que te dije antier?
Lo unico que faltaba era una maquina de escribir pára que Sira pudiera practicar y aprobar la prueba de mecanografía. Ambos llevaban algunos días evaluando y viendo las diferentes maquinas de escribir, hasta que se desidieron por una italiana Hispano-Olivetti de la callle Pi, pero lo que no sabian era que el simple y sencillo hecho de entrar a aquella tienda seria el comienzo del fin de la relación que tenian Sira e Ignacio