La idea me persiguio, dia y noche. algunos dirian que estoy loco. Yo adoraba al viejo. ¡Creo que fue su ojo! su ojo de buitre, me helaba la sangre. Asi que decidi quitarle la vida al viejo.
Todas las noches, giraba el picaporte de la puerta, metia mi cabeza y con una linterna suavemente lo apuntaba. Fueron siete noches, que hice esto, cuidadosamente.
Al llegar a la octava noche, fui mas cauteloso que nunca. Al soltar una risa, el se despertosobresaltados. me quede quieto, sin mover un musculo
¿¡QUIÉN ANDA AHÍ?!
Puse mi mano en su corazon por varios minutos, no habia pulso. Estaba muerto.
El miedo del viejo era extremo. El latido de su corazón era cada vez mas fuerte. Al fin, dando un fuerte grito, prendi la linterna y lo arroje al suelo, con la cama arriba de el.
Descuartice el cadaver, le corte la cabeza y los miembros. Deposite todo el cuerpo entre las maderas. Lo hice con tanta astucia que parecia que nada se cambio de lugar.
A las cuatro, dos hombres policias tocaron la puerta, ya que un vecino habia escuchado un alarido. pero yo los deje entrar, no tenia nada que temer. Mis modales los convencieron.
¡Confienso los hechos! ¡Arranquen estos listones! ¡Aqui, Aqui! Son los latidos de su espantoso corazon.
De pronto, escuche un ruido que cada vez se hacia mas fuerte. Pero ellos no los escuchaban, el zumbido era tan fuerte que no aguante