En una ocasión, allá en los tiempos del Rey Hrothgar, en Dinamarca, un día por la mañana...
¡No puede ser!, ¡Manda a traer a Esker, el mejor caballero!
¡Mi Rey!, ¡uno de los guerreros desapareció y nadie sabe cómo ni por qué, todo fue muy rápido! ¡No hay rastro alguno!
Claro que si. Ahora mismo lo mando llamar.
¡Esker!, el motivo de mi llamado es preguntarte si tu sabes por que han desaparecido algunos guerreros sin dejar rastro alguno.
No señor, no conozco los motivos y al parecer nadie lo sabe.
Los días transcurrieron y seguían desapareciendo guerreros por las noches, por tanto el Rey Hrothgar volvió a mandar llamar a Esker y le ordenó revisar el palacio y el bosque entero.
¡Esto es imposible!No logro encontrar nada aquí.
¡Cielos!, no puede ser posible que no haya nada humano en el palacio. Y no quiero pensar que se trate de Grendel, el espíritu maligno descendiente de Caín.
Durante 12 años, Grendel atacó a los guerreros del rey hasta que Beowulf, un guerrero lejano que oyó la historia, se propuso viajar a Dinamarca para acabar con aquella criatura.
¡Los pájaros vinieron!, eso es buena señal. Anda Beowulf, ve a Dinamarca con tus mejores 15 guerreros.
Beowulf, en tu honor sacrificaremos al cerdo mas grande para predecir si tu viaje será bueno o malo.