Don Pedro es un empresario informal que vende electrodomésticos en su pequeña tienda. Lucía, una clienta regular, entra buscando una nueva radio.
Buenos días, Don Pedro. Quería comprar una radio para mi sala
Claro, Lucía. Esta cuesta S/ 100. ¿Te la llevas?
¡Perfecto! Aquí tienes el dinero. ¿Me da mi boleta, por favor?
Lucía, mejor sin boleta, te puedo hacer un descuento. Además, esos impuestos ni se notan en nada.
Pero, ¿no es importante que se pague el IGV? ¿Qué pasaría si todos hicieran lo mismo?
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Lucía, un poco intrigada por lo sucedido, se encuentra más tarde con su amigo Javier, quien trabaja como contador.
Hoy fui a la tienda de Don Pedro, y me ofreció no darme boleta para pagar menos. ¿Tú crees que realmente no afecte si no pagamos impuestos?
Lucía, cada vez que una empresa no paga impuestos, el Estado deja de recaudar dinero que se necesita para la educación, salud, y seguridad. Es cierto que tal vez no lo veamos de inmediato, pero la falta de pago por parte de empresas y familias crea un agujero enorme en los fondos públicos.
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Al día siguiente, Don Pedro está en su tienda cuando entra Lucía nuevamente.
Buenos días, Lucía. Aquí tienes el microondas y tu boleta. He estado pensando en lo que hablamos ayer, y tienes razón. Si queremos un país mejor, todos tenemos que cumplir con nuestra parte.
Buenos días, Don Pedro. Al final, decidí comprar también un microondas.
Me alegra escucharlo, Don Pedro. Al final, somos nosotros quienes nos beneficiamos cuando todos hacemos las cosas bien.