Una noche del mes de junio, cayó una tormenta que duró varios días y varias noches, los habitantes del pueblo se encontraban encerrados en sus casas sin poder salir. una vez que la tormenta cesó y la gente pudo salir de sus casas se dieron cuenta de que el río había crecido de una manera impresionante y como nunca lo había hecho, por él se veían arrastrados por la fuerte corriente troncos de grandes árboles y enormes rocas.
Había una vez un pueblo que se había formado en lo más profundo de la sierra de los Agustinos, sus habitantes vivían muy felices alejados del bullicio de las grandes ciudades. Era un pueblito que aunque contaba con lo básico para subsistir, no les faltaba nada; tenían abundante vegetación, cuerpos de agua de fácil acceso por lo que no tenían un puente en el río ya que lo podían cruzar caminando, saltando graciosamente de piedra en piedra.
Los representantes del pueblo se reunieron tratando de buscar una solución, pues les era indispensable cruzar el río para traer algunas cosas que les eran indispensables para vivir, pero nadie encontraba una solución a su problema. El más anciano dijo que deberían construir un puente, pero nadie sabía cómo. ¿Tú cómo lo construirías?