Después de eso, pidieron un espacio en privado,con sus amadas, un rincón, algo callado. Sin darse cuenta, los niños cometieron errores, dolores profundos, lágrimas de afliges y lamentos sinceros. Golpe tras golpe, hasta dejarlas en el suelo,pensaron que nadie las vería en ese duelo.Sin embargo, las heridas eran visibles y claras,un momento oscuro en medio de sus vidas caras.
Sufrirán por la vergüenza que pasamos, pagarán con dolor, morirán en el tormento, un castigo con fervor.
Personas frágiles y solas quedaron en el abandono,mas su primo, dulce como el azúcar, les extendió la mano.Las llevó de regreso a Castilla en su corcel gallardo,hasta que el Cid valiente se enteró de este amparo sincero.
No se preocupen, su padre se hará cargo de esta situación, Hará que paguen las consecuencias, ¡Sin duda alguna!
El Cid anhelaba solo ver la justicia brillar,A sus fieles caballeros la noticia les hizo vibrar.Tres duelos se desataron, los infantes no resistieron,Del temor se rindieron, la victoria les permitieron.