Currado Gianfiglazzi, un hombre eminente y liberal ;un día, cazó con un halcón suyo una grulla, y se la mando a su vecino, un buen cocinero llamado Chichibio para que la asase y aderezase bien.
Tendré que ceder...
Bueno vale , toma.
Pues te juro por dios que si no me lo das, de mí no has de conseguir nunca ni tanto así.
Luego, cuando fue servida a Currado y a ciertos invitados; el hombre extrañado llamó a Chichibio y le preguntó qué había sido del muslo de la grulla. A lo que él contestó:
Señor, así es, como yo os lo digo, y si no, cuando gustéis os lo demostraré con grullas vivas
Las grullas, señor, no tienen más que una pata y un muslo
¿Cómo diablos dices que no tienen más que un muslo?¿crees que no he visto más grullas que esta?
Puesto que estás tan seguro de hacérmelo ver vivo,mañana mismo yo dispuesto estoy.
A la mañana siguiente, el hombre hizo montar al cocinero en un caballo y se encaminó a la orilla de una laguna.Currado le decía:pronto vamos a ver quién de los dos mintió ayer
Bien claro podéis ver ,señor, cuán verdad era lo que ayer os dije, cuando aseguré que las grullas no tienen mas que una pata, basta que miréis aquellas
Allí hay una bandada de grullas, sobre un pie, como suelen dormir...
Te haré ver que tienen dos.-¡jojó!
Estaba ya casi a punto,cuando se presentó en la cocina una aldeana llamada Brunetta, de la que el cocinero estaba perdidamente enamorado, y percibiendo el delicioso olor y viendo la grulla, le empezó a pedir con empeño que le diese un muslo de ella.El le contestaba: No la espereis de mí Brunetta, no; no la esperéis de mí. Pero ella le dijo:
continuación misma escena
¿Y qué dices ahora, comilón?¿Tienen, o no, dos patas las grullas?
Currado le juro al cocinero que si la cosa no fuese como decía, le daría una tal paliza que mientras viva se acordará de su nombre.
La grullas , alarmadas , sacando el otro pie, emprendieron la fuga
Y así fue como gracias a su viva y divertida respuesta, consiguió el cocinero salvarse de la tormenta y hacer las paces con su señor.FIN
Verdad es, señor, pero no me negaréis que a la grulla de ayer no le habéis gritado ¡jojó! , que si lo hubierais hecho, seguramente habría sacado la pata y el muslo como estas han hecho
no sé que hacer....
Tienes razón, Chichibio:eso es lo que debí haber hecho