-Señor Conde Lucanor, siempre me dijeron que el prudente piensa en las realidades y no en las fantasías, pues muchas veces a quienes viven de ellas les suele ocurrir lo que a doña Truhana.
Érase una vez...
-Patronio, un hombre me ha propuesto una cosa y también me ha dicho la forma de conseguirla .Te aseguro que tiene tantas ventajas que, si con la ayuda de Dios pudiera salir bien, me sería de granutilidad y provecho,
¿Qué le pasó a doña Truhana?
Doña Truhana estaba muy ilusionada pensando en lo que podría hacer con el dinero hasta que se pegó una palmadita en la frente de la risa y...
Érase una vez una chica llamada Truhana que era más pobre que rica, la cual, yendo un día al mercado, llevaba una olla de miel en la cabeza. Mientras iba por el camino, empezó a pensar que vendería la miel y que, con lo que le diesen, compraría una partida de huevos, de los cuales nacerían gallinas, y que luego, con el dinero que le diesen por las gallinas, compraría ovejas, y así fue comprando y vendiendo, siempre con ganancias, hasta que se vio más rica que ninguna de sus vecinas.
MERCADO
A doña Truhana se le cayó la olla con la miel y todas sus ilusiones se fueron al garete.
Por eso nunca te tienes que hacer muchas ilusiones antes de tiempo. Señor conde, si queréis que lo que os dicen y lo que pensáis sean realidad algún día,procurad siempre que se trate de cosas razonables y no fantasías
Oh no mi miel ya no podre tener nada de lo que me he imaginado