El Dios Zeus dió órdenes a su hijo Hefesto (Dios del fuego) y a sus criados Fuerza y Violencia que castigaran a Prometeo por su traición.
Hefesto, te toca hacer tu parte y obedecer a tu padre, encadena a este traidor y que pague.
No me atrevo a atar a un dios hermano pero no puedo desobedecer a mi padre.
Entonces Hefesto encadeno a Prometeo, clavandolo con dos indisolubles lazos de bronce, en donde no podrá ver ni una figura ni escuchará nada, y sufrirá quemado y solo.
Llega el coro de Oceánides con Prometeo.
¿Que te ha pasado?
El coro de Oceánides escucha y apoya a Prometeo. Al ver que el es la victima de Zeus.
Yo, Prometeo libere a los mortales de Hades y les di fuego. Les abrí los ojos para que vieran la realidad, y a cambio Zeus me castiga y condena.
Nosotras te apoyamos, y te compadecemos.
Hermes (mensajero de los dioses) llega y trata de conseguir información de Prometeo. Y este advierte de lo que le sucederá si no coopera.
Zeus, manda a decir que nos digas cuales son aquellas bodas que tanto alardeas por las cuáles caerá su trono, si no cooperas, tendrás el triple de desgracias.
No, prefiero seguir esclavizado a ayudar al padre Zeus.
Al final le ocurrió a Prometeo y al coro de Oceánides lo que Hermes les advirtió, se sumergieron entre rayos y truenos.
No, nos vamos a quedar contigo.
Vayanse, salvense, no se queden a sufrir conmigo.
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