La historia comienza en el jardín, la escuela de Epicura de Samos, Artemisa, estudiante de esta escuela, estaba en clase pero no dejaba de pensar.
¿¿Cómo sería la escuela si yo tuviera poder, si yo fuera la que mandara aquí?
Artemisa se cuestiona..
Tengo que dejar de pensar cosas así, esos comentarios estaban prohibidos aquí, son simples placeres que me dañan el alma, pero y si no es así, y solo mientras, no lo sé, y no lo averiguaré...
Artemisa se encuentra con su amiga Hanna y le empieza a decir sobre su pensamiento de un rato antes.
¿crees que este mal, si pienso en tener el poder de decidir por mi?
yo creo que cada quien deberá ser libre de lo que piensa y no temer a los dioses o la muerte
La platica entre ambas amigas continua.
pero según Epicoro, son placeres naturales y no necesarios, ¿y si estoy en problemas?
pues si eso piensa, Epicuro también dijo que no se puede vivir con miedo, tal ves son comentarios no necesarios, pero también te libera, tener el control, porque esconderlo
Artemisa piensa.
Hanna tenía razón, me gustaría difundir el no tener miedo y ser libre, que cada uno lo fuera, pero no sé cómo hacerlo, y si, tengo miedo
¡LO HARÉ!
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