Mamá estoy viendo como preparan platillos italianos. ¡Se ven muy sabrosos!
Oh! que interesante, veámoslo juntos, hijo
¡¿Por qué estas cocinando, acaso eres mujercita?!
Pero papá, no he hecho nada malo...
Esta es la vivienda de Adrian un niño pequeño, común y con sueños como todos, que tiene como meta hacer lo que más le gusta y dedicarse a eso para ser feliz.
No lo había pensado de esa forma, tienes toda la razón, los estereotipos en la sociedad nos perjudican y nos hacen creer en ideas sin fundamentos.
No podemos darle la espalda así a nuestro hijo, el como todo niño y persona merece buenos tratos y no podemos minimizar sus habilidades con estereotipos.
El pequeño, que es el menor de la casa ve vídeos de recetas de cocina ya que le llamó la atención y su madre al tener conocimiento de esto decide acompañarlo.
Muchas gracias papá!. Estoy muy contento ahora que aceptaste mis gustos.
Hijo, tu madre me hizo reflexionar, perdón por haber accionado de tal manera, desde ahora te apoyaremos en lo que decidas.
Un día el padre de Adrian lo descubre haciendo una preparación de comida , por lo que se indigna al estar en desacuerdo y procede a regañarlo.
El día de hoy le quiero dar las gracias a mis padres por haberme respaldado todo este tiempo y sean bienvenidos todos a mi emprendimiento. Mi nuevo Restaurante "Todos de la mano"
La madre no permitió las acciones del padre y decide llamarlo a conversar sobre lo importante que es apoyar y darle buenas enseñanzas a su hijo, además de fomentar el respeto y la cohesión para que vivan tranquilamente.
En la noche, el padre de Adrian lo llama a conversar pues el ya recapacito y se propuso apoyarlo en lo que su retoño decida, y luego de ello le ofrece unas disculpas.
Años más tarde, el joven Adrian cumplió su sueño de ser un gran cocinero y abrió un restaurante, logro que tuvo gracias al apoyo de sus padres y la buena persona que le enseñaron a ser.
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