El Conde Lucanor cuento VIII
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- Hablando otro día el Conde Lucanorcon Patronio, su consejero...
- Estoy falto de dinero. Creo que tendré que vender una de mis tierras, aquella por la que más cariño siento, aunque, si lo hago, me resultará muy doloroso
- Tengo que hacerlo para salir del agobio y de la en la que estoy, a esar de que no lo necesitan verdaderamente, vienen a mí muchas gentes a pedirme dinero
- Por el buen juicio que Dios ha puesto en vos, os ruego que me digáis lo que debo hacer en este asunto.
- Me parece que os ocurre a vos con esa gente es lo que le pasó a un hombre que estaba muy enfermo. Había un hombre que estaba muy enfermo,al cual dijeron los médicos que no podría curarse si no le hacían una abertura en el costado para sacarle el hígado y lavarlo con unas medicinas.
- Mientras lo estaban operando, el cirujano tenía el hígado en las manos y, de pronto, un hombre que estaba cerca comenzó a pedirle un trozo de aquel hígado para su gato. Mientras lo estaban operando, el cirujano tenía el hígado en las manos y, de pronto, un hombre que estaba cerca comenzó a pedirle un trozo de aquel hígado para su gato.
- Y vos, señor Conde Lucanor, si queréis perjudicaros para conseguir un dinero que después vais a dar a quienes no lo necesitan, podréis hacerlo por vuestro capricho, pero nunca por mi consejo.
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