Erni no le contó sobre sus poderes a sus hermanos ni a Oss. Estuvo entrenando la potencia de sus llamas y la fuerza de voluntad necesaria para colocar una maldición y corromper la mente de un humano. Hizo varios experimentos en los cuales sacrificó humanos.
Después de varios meses, Erni decidió cobrar su venganza y liberar todos aquellos sentimientos que se guardó.
Oss, necesito hablar contigo un momento.
Necesitamos ir a un lugar privado, he descubierto que uno de mis hermanos intentarán asesinarte.
¿Qué necesitas?
¿Quién es este traidor del que hablas?
Oss sigue a Erni lejos del castillo del Ilgamen en unas montañas altas. (comienza a nublarse el cielo)
Quizá no te venga como sorpresa, pero el traidor…¡Soy yo!
Quizá no te venga como sorpresa, pero el traidor…¡Soy yo!
Erni ataca con llamas enormes a Oss y se aseguró de preparar trampas explosivas y elevó una barrera de cadáveres humanos con energía espiritual oscura que utilizó para sus experimentos. (comienza a llover ligeramente)
Lamento que hayas terminado así, quizás si me hubieras tratado igual que al resto de mis hermanos nada de esto hubiera pasado, de igual manera, ya es muy tarde, no tienes escape.
Erni lanza un ataque masivo el cual parece que va a terminar con Oss. Pero el ataque desaparece, junto con los cadáveres vivos y la energía espiritual acumulada en el área. (la lluvia aumenta)
Nunca obtuviste poderes por simplemente desearlos o por maldecirme a mí y a tus hermanos, yo te los di porque estaba probando tu voluntad. No existen otros dioses, lo escucho y lo veo todo. Perdóname, hijo mío.
Cae un relámpago sobre Erni, el cual hace que de un grito agonizante mientras su cuerpo se evapora, y su alma es sellada, logra atar a Oss, a sus hermanos y a la humanidad a una maldición la cual está más allá del poder de Oss.
Algún día, todos ustedes serán castigados. ¡Morirán! ¡Seré liberado de este sello y acabaré contigo!
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