Déspues de un largo día de caza un león se acosto debajo de un árbol para descansar.
Cuando el león se estaba quedando dormido, salieron unos ratones y se pudieron a jugar al rededor, un ratón que era más atrevido se escondió entre la melena del león y con mala suerte lo despertó.
El ratón insistió y el león lo dejo ir al ver que era tan valiente.
El león muy enojado por ver su sieta interrumpida atrapo al ratón entre sus garras.
El ratón estaba tan asustado y temblando.
Ja, ja, ja un ser tan pequeño ¿De qué forma va ayudarme? ¡No me hagas reír
¿Cómo te atreves a perturbar mi sueño insignificante ratón? ¡Voy a comerte para que aprendas la lección!
Por favorno me comas, no quería molestarte si me dejas ir estaré agradecido eternamente, deja que me marche puede que algún día me necesites.
Unos días después el ratón escucho un terrible rugido y rápidamente corrió al lugar de donde provenía el sonido y encontró al león atrapado en una red. El ratón estaba decidido a pagar su deuda.
No te preocupes, yo te salvaré.
El ratón empezó a romper la cuerda de la red y así pudo salvarlo.
El león no tuvo palabras para agradecer al ratón. Desde ese día los dos fueron amigos para siempre.
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