¡Carlo! ¡Qué sorpresa encontrarte por aquí en las calles de nuestro pueblo. ¿Cómo te ha tratado la vida?
Sí, lo he notado también. Un repudiable indígena llamado Tupac Amaru II parece estar uniendo a la gente a su causa. No puedo evitar pensar en lo que esto significa para nosotros y nuestro estatus como caciques leal al rey.
Pero últimamente, algo inquietante está sucediendo. He escuchado rumores sobre pequeñas rebeliones que se están formando
Luis, siempre es un placer verte. La vida me sonríe, gracias a los esfuerzos de nuestro pueblo y el trabajo que realizamos juntos.
Concuerdo contigo, necesitamos a más personas.
¡Yo conozco a varios caciques que nos podrían brindar ayuda!
Creo que es mejor que encontremos personas que opinen lo mismo que nosotros para que nos ayuden en la interrupción de la Rebelión.
Lo primero que debemos hacer es buscar y reclutar personas, mientras más gente a nuestro lado tengamos, más posible será lograr nuestro propósito.
¿Enserio?, entonces no perdamos más el tiempo y vayamos a buscarlas!
POBLADOR 2:¡No gasten nuestro valioso tiempo!
LUIS: ¡Qué joven tan descortés! Pobladores, escuchen con atención, solo nosotros, sus representantes, sabemos que es lo mejor para su bienestar.
CARLOS: Disculpa, ¿Quién es usted para contradecirnos de esa manera?
POBLADORA 1: ¡Engaños!
MATEO: Buenas tardes, mi nombre es Mateo García y lo que ustedes están mencionando es una falsedad.
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