Ya habían empezado las primeras nieves, y las tormentas del invierno pronto iban a comenzar. Lif andaba ocupado en su trabajo para evitar las charlas de Osrun. En esa tarde el viento estaba soplando más fuerte de lo normal entonces Lif decidió que era hora de llevar las vacas dentro para prevenir la tormenta que venía.
Lif estaba contando sus vacas y se dio cuenta que le faltaba una de las 9, al ver esto metió el resto de vacas y salió a buscar la perdida.
Ya era muy tarde cuando Lif se dio cuenta que venía una tormenta, pero él quería demostrarles a Oshun que él no era un soñador. La tormenta llegó y unos vientos fuertes Ya era muy tarde cuando Lif se dio cuenta que venía una tormenta, pero él quería demostrarles a Osrun que él no era un soñador. La tormenta llegó y unos vientos fuertes empezaron a empujarlo. Él no tenía más fuerzas pero sabía que si se quedaba ahí se iba a morir. Entonces con sus últimas fuerzas él se arrastró a una grieta pequeña donde estaría a salvo.
Lif al caer en la cueva perdió el conocimiento pero no por mucho tiempo. Cuando despertó la tormenta seguía y se dio cuenta que no estaba solo y había más gente en la cueva. Lif miró a su alrededor y vio un muro blanco brillante y escucho un aullido de un lobo, no era cualquier lobo, era uno muy grande y tenebroso. Lif empezó a retroceder hacia un escondite y vio que se asomaba otra sombra pero no era de un lobo sino que de un hombre gigante.
El gigante y el lobo se empezaron a pelear, el lobo lo estaba mordiendo y el gigante lo iba rajando con la espada. Lif andaba asustado pero él estaba escondido viendo la pelea. El lobo se tiró encima del gigante y lo mordió, el gigante estaba débil pero no se daba por vencido. El gigante gritaba y el lobo gruñia pero ninguno se rendía.El lobo salto encima de lif pero el dolor nunca llegó, el lobo le perdonó la vida.
Del muro brillante apareció una vieja que gritó BASTA y el gigante y el lobo pararon. Cuando la anciana vio alif cambió su tono de voz y le dijo que todo iba a estar bien y que no hiciera preguntas porque ella no podía responder. Lif estaba adolorido por la tormenta y no podía más, en la confusión y agotamiento en la que estaba lo último que escuchó fue nos volveremos a ver Lif. y la anciana poniéndolo en un sueño profundo.
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