¡Espero verle mañana por la mañana, y poder seguir escuchando sobre usted!
Había una vez, un juglar, que después de un largo viaje en busca de nuevos oyentes consigue llega a un palacio, se dispone a ha llamar a la puerta. El nombre de esta juglar era Georges Brassens
Después de hablar con los propietarios del Castillo, les convence de recitarles una obra de juan del encina , famoso escritor de la época, al que el llamaba amigo.
Después de que Georges cantara villancicos polifónicos de Juan del Enzina con la ayuda de una zambomba, y un pequeño coro. El rey se da cuenta que Georges tiene algo muy especial, asi que decide invitarle a pasar la noche con el y su familia.
Lo que el rey no sabia es que su astuta mujer, estaba tramando algo .Ella era una mujer fuerte y segura que sabia lo que quería; Quería ser reina ; Quería que se la respetara; Pero sobre todo quería ser una trovadora, algo que para la época parecía algo casi imposible
A la mañana siguiente, el rey pide al juglar que le cante algo, pero este le dice que quería improvisar un Allemande, pero que para ello necesitaba una pareja. Sin pensarlo la reina se ofrece para bailar con el apuesto juglar.
Pasaron así todo el día, entre bailes, risas, música religiosa, profana e instrumental. Mientras tanto, el rey que empezaba a sospechar los deseos de la reina ¡ se va de la sala para poder pensar mejor.
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