¿Dime cuántos meses puedes vivir en París con esos ahorros tan escasos?
Puedo pagarme el viaje, la matrícula y todo un curso.
Pero Medicina es una carrera larga, por lo menos de cinco años.
Es verdad, por eso me preocupa.
Tengo una idea. ¿Y si nos aliamos las dos? Si vamos cada una por nuestro lado no lograremos nada.
¿Qué propones, Mania? Dilo de una vez, por favor. Me intrigas.
Utiliza tus ahorros y vete. Mientras, yo trabajaré y te enviaré lo que gane que te servirá para el segundo año. Además hay que contar con que algo te dará papá, ¿no?, así continuaremos hasta que termines la carrera.
Pero, ¡qué dices! ¡Estás loca!, eso no lo consiento. Además, ¿cómo vas a ganar ese dinero con las clases que sólo dan una miseria?
Es que tengo un plan. Voy a colocarme de institutriz, así ya tengo casa, alimentación, ropa y un sueldo íntegro para guardar que como poco será de cerca de cuatrocientos rublos. ¿Ves cómo puede ser?
Mania, Mania, ¿y por qué no hacemos al revés? Te vas tú primero y luego me marcharé yo. Tú estás mejor preparada y eso es un dato que se ha de tener en cuenta.
No, Bronia. Piénsalo bien. Tú tienes veinte años y yo diecisiete. Es mejor que vayas primero tú. Cuando termines y te instales, serás tú la que me ayudarás a mi.
Lo que yo digo es lo más inteligente y lo más eficaz.
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