Era el primer día del invierno atroz se levantó muy temprano y decido salir porque el día estaba soleado, el sol se veía de un color dorado y eso solo pasaba pocas veces al año en Midgard. Cuando estaba afuera escucho algo en el agua y de repente él ve algo extraño...
Era un barco negro, pero no era un barco común, decía Lif. Era un barco macizo y era un estilo muy diferente a lo que él había visto antes. El casco era ancho y la proa estaba coronada por una cabeza de dragón que daba mucho miedo.
¡Que hago!!!
El barco había llegado casi hasta la playa empezaban a dar la vuelta con los remos, el barco avanzaba en contra del viento, pero la vela del barco no aflojo ni un segundo desafiando las leyes de la naturaleza. Hasta que la velocidad se redujo. Lif estaba justo debajo del barco en su escondite donde los ojos del dragón parecían mirarlo.
De repente el barco desapareció, todo paso muy rápido, la tenebrosidad envolvía a la embarcación antes que desapareciera el barco y segundos después el mar quedo como si el barco nunca hubiera aparecido. Lif se acercó para ver si estaba el barco, pero no vio nada aparte del suave oleaje y espuma de las olas al golpear contra los arrecifes.
Él no sabía a quién contarle lo que había pasado, estaba asustado y nervioso porque sabía que nadie le creería. Mucho menos a Osrun porque lo iba a llamar un mentiroso...
Lif llega a su casa y están todos despiertos, cuando se sienta en la mesa para comer le dice a su familia sobre el barco, dice que era muy diferente y que no parecía que fuera de Midgard. Sus hermanos se ríen de el porqué no le creen y lo empiezan a molestar, sus padres parecen estar confundidos sobre la descripción de el barco y todo lo que les dice Lif sobre él.
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