Los niños fueron contentos a sus casas para pedir ayuda a sus padres, quienes aceptaron para tener un parque y una comunidad limpia. Sin embargo, una vecina se encontraba en desacuerdo con la intención que tenían los niños de limpiar el parque.
Yo no tengo ni hijos ni mascotas, como para ayudarlos a limpiar el parque. Así que háganse cargo ustedes y a mí no me incluyan en sus cosas.
Pero vecina el parque es de todo el barrio, más de nuestros pequeños para que puedan divertirse, así que todos deben colaborar. El hecho que no tenga hijos ni mascotas, no impide que colabore. Deberíamos tener una comunidad limpia.
Pero tía, como es posible que les pueda decir eso ¡Ayúdelos, yo también me uno!
En la tarde del día siguiente, los vecinos y niños fueron al parque a limpiar, no solo con la intención de que los niños puedan jugar, sino con mantener su comunidad limpia. La vecina al verlos a todos entusiastas y más a su sobrina, tomó la decisión de apoyarlos, comprometiéndose con mantener el área limpia, incluyendo colocar contenedores ecológicos.
Vecina muchas gracias por la ayuda y la consideración que tiene por nuestra comunidad y nuestros niños.
Disculpen vecinos por la reacción que tuve aquel día que tomaron la decisión de limpiar nuestro parque, ahora si los niños podrán jugar tranquilamente, así como también observaremos limpio nuestra comunidad.
El mensaje que transmite dicha narración, es dará conocer que no se debe tirar la basura en las calles, cuando podemos encontrar tachos reciclables en cada esquina, así podemos evitar la contaminación que se da en nuestras localidades y tener un lugar más limpio y seguro.
FIN
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