Desde ese momento, me di cuenta de que puedo comunicarme con la naturaleza de todas las maneras. Puedo controlar el agua, el viento, el fuego, y comunicarme con los seres vivos. Suena irreal, pero es la manera en que logré que todos me prestaran atención.
Tranquilos, no haré daño a nadie. En diferencia, vengo a comunicar algo que definirá nuestro futuro. Desde hace muchos años, venimos haciéndole un daño descomunal al planeta gracias a nuestra industria y “beneficio”. Pero el planeta NO TIENE RECURSOS INFINITOS. Creemos que somos dueños de él, pero no es así. Nunca lo será. Y es por eso por lo que ha habido tantas catástrofes ambientales. La pesca industrializada excesiva, la tala inmoderada, los productos desechables de un solo uso, el malgasto y exceso de demanda de comida, la ambición de ampliar y extinguir especies por medio de destruir hábitats, y así puedo seguir todo el día por dos días más.
¿Qué es lo que vienes a hacernos?
¿A qué quieres llegar con todo esto?
A lo que quiero llegar, es darles un último aviso. La naturaleza NO PUEDE MÁS. Somos una plaga. Un daño. Desperdiciadores de recursos. No somos nada inteligentes. Tenemos que concientizarnos y acabar con la sobreexplotación. Yo puedo tener la capacidad de controlar la naturaleza y ayudar a regenerar algunas cosas. Pero la lucha que estamos teniendo es muy injusta a favor de ustedes. Están llenando el océano de plástico, las zonas después de minería áridas, los bosques siendo talados, no se puede.
¡QUEREMOS INVITAR A TODOS LOS PRESIDENTES DEL MUNDO, A UNA REUNIÓN GENERAL EL 30 DE JUNIO!
Buenos días a todos, quiero agradecerles que estén aquí y quiero mostrar la otra cara de la naturaleza. La cara que no ven en los programas educativos de los muchos ecosistemas que tenemos; si no la cara de dónde termina nuestra basura y acciones.