Leía reportes de Milo, entonces escuché pasos en el corredor. Encontré a Oliver y James yendo hacia el patio. "Es el rey," me dijeron. Me dirigí a las Habitaciones Reales a informar a la Reina.
Estaba en la Bóveda Real. Colin, el soldado en guardia es testigo de ello.
Tomaba té en mis aposentos.
Caminábamos en las almenas cuando Gwen gritó.
Escribía una carta al rey Laurent de Vere antes de que Filipa viniera por mi. Fuimos a los aposentos de Richard, los cuales estaban vacíos pues él ya había bajado.
Regresaba del jardín y encontré a Alexander junto al cuerpo de mi primo.
El grito de Gwen no se escuchó en esta parte del castillo, ¿Cómo supo que había pasado algo?
Exacto. Llegó más rápido que Oliver y James; las almenas están más cerca que sus aposentos.
Una noche de otoño, el Rey de Artesia fue encontrado, por sus más leales, sin vida afuera del castillo.
Te traeré un té, querida.
Aprecio su amabilidad, su majestad, pero las cocinas ya deben de estar cerradas para esta hora.
El día siguiente, la Reina Mer convocó una reunión con Consejo -quienes habían estado presentes durante la noche anterior- para resolver el misterio. La primera pregunta de la noche fue realizada: ¿Dónde habían estado antes de que Alexander, el Tesorero Real, encontrara al rey?
¿Por qué llegó primero que nosotros? No tiene sentido.
Ni si quiera nos lo hemos encontrado. Es como si hubiera estado cerca y no al otro lado del castillo.
Al no llegar a ninguna respuesta durante la junta, varios miembros del Consejo empezaron a resolver esa noche por su cuenta.
Consolando a Gwen, quién era prima del Rey y de su hermano, Richard; la reina Mer descubrió algo inquietante.
Una noche de otoño, el Rey de Artesia fue encontrado, por sus más leales, sin vida afuera del castillo.
Después de una junta secreta de emergencia, casi todo el Consejo opinaba lo mismo. Richard lo había hecho.