La señorita yuli no era una maestra como las demás. Desde el primer día, dejó claro que no solo aprenderían de los libros, sino que descubrirían el mundo a través de la experiencia. "El mundo es nuestro aula", decía con una sonrisa.
una escuela llamada "el barquito del saber". En esta escuela, todos los niños estaban emocionados porque su nueva maestra, la señorita Clara, había llegado para enseñarles sobre el medio natural y cultural que los rodeaba.
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El medio natural no es solo un lugar donde vivimos —explicó Clara mientras recogía una hoja caída—. Es un libro abierto que nos cuenta historias, nos enseña lecciones y nos conecta con nuestros ancestros.
Un día, la señorita yuli llevó a sus alumnos a un bosque cercano. Allí, les mostró cómo las plantas crecían, cómo los pájaros construían sus nidos, y cómo cada ser vivo tenía un rol importante en el ecosistema. Mientras caminaban, les contó historias antiguas sobre los antepasados que vivieron en ese lugar, cómo respetaban la naturaleza y cómo sus tradiciones aún podían sentirse en el ambiente.
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En otra ocasión, la señorita yuli organizó una visita al museo local, donde los niños pudieron ver herramientas antiguas, vestimentas tradicionales, y aprender sobre las costumbres de sus antepasados. Les explicó cómo estas piezas no eran solo objetos, sino testimonios de cómo las personas vivieron, trabajaron y celebraron la vida en tiempos pasados.
Descubrir el medio cultural es como viajar en el tiempo —les dijo—. Nos permite entender de dónde venimos y cómo podemos construir un futuro respetando nuestras raíces.