El Conde Lucanor acababa de llegar de una guerra y estaban todos muy cansados, pero se enteraron de que tenían que ir a otra y muchos de sus vasallos le dijeron que mejor no. El conde le pidió consejo a Patronio.
Hola mi estimado Patronio, venimos de una guerra y estamos muy agotados, pero lamentablemente nos acabamos de enterar que debemos ir a otra, necesito tu conejo si es bueno ir o no.
Mejor no, si vamos nos mataran, estamos muy agotados.
Mire, le contare la historia del conde Fernán Gonzáles, el Conde Fernán y los suyos acababan de llegar muy cansados de una guerra, donde habían salido victoriosos, pero se le avecinaba otra. El conde Fernán decidió luchar a pesar del cansancio y de las heridas de la otra batalla.
Entiendo, pero yo no soy el.
A ver, le diré una ultima cosa y usted vera si ir o no ir.
Hay que luchar y olvidarse del cansancio si lo suyo quiere conservar. La honra y el descanso no hacen juntos morada; esto tened por cierto, que es verdad aprobada.
Comprendo, pero si me matan es su culpa, iré por la gloria y ya vera que cumpliré todo lo que me dijo como el conde Fernán.